Los modelos profesionales, que viven de su cuerpo y de su imagen, no pueden estar equivocados. Arriba pueden ver a Jon Kortajarena desnudo -aunque tapándose con una mano su parte más misteriosa-, pero pueden recordar a Andrés Velencoso, a Jarrod Scott, o a David Gandy. Todo hombres deseados, de esos que protagonizan sueños eróticos, y todos con un vello púbico prácticamente intacto. Si ellos pueden, ¿por qué ustedes no? Los que pasen por aquí de forma habitual ya saben que en el mundo confuso somos mucho de la naturalidad, sea ésta como sea, y desde luego, eso incluye el vello corporal. Y no se lleven a engaño. Rasurarlo hará que sus encantos sean más visibles, pero no conseguirá que aumenten de tamaño. Asuman con orgullo lo que la genética les ha dado y dejen de poner a su vello púbico como excusa. No hay un reclamo mejor, ni una bienvenida más agradable. Ténganlo en cuenta.