Cuando el Consejo Británico de la Moda empezó su particular cruzada contra la talla cero en las pasarelas -lo mismo que hizo Madrid con la famosa masa corporal-, Kate Moss les sugirió que un buen eslogan sería «Nada sabe mejor que estar delgada». Tanto los responsables de la campaña como la opinión pública en general, se lo tomaron muy mal. Acusaron a Kate de hacer apología de la bulimia y de fomentar un estereotipo de delgadez extrema -que con la edad se le ha controlado bastante-. La modelo, evidentemente, no hizo ningún caso a las polémicas y siguió con su vida, duplicando su facturación con cada escándalo. Lo que hubiera podido acabar con la carrera de cualquiera, en el caso de Kate Moss la ha hecho más rica, más famosa y más icono que nunca. Ahora, para continuar con su reinado en el Olimpo de las modelos, protagonizará la portada del sesenta aniversario de Playboy y subasta -dentro de escasas horas- una colección de algunas de las fotografías más importantes de su carrera en Christie’s. Lamentablemente no está aquella que le hizo Corinne Day y con la que saltó a la fama, pero si hay alguien que tenga 160.000 euros en su cuenta bancaria, puede pujar por la que ilustra este post, de Chris Levine, que es una auténtica maravilla. Y si me la quiere regalar, la recibiré con lágrimas en los ojos. Mientras tanto, para saber más de Kate Moss, pueden pasar por Marabilias y leer mi contribución de la semana. Ah, y si luego aún tienen ganas y tiempo, pueden darse una vuelta por Doze Magazine y descubrir qué es Jarapa Jarapa. Renueven su vestuario con originalidad y precios asequibles. Si yo fuera Nieves Álvarez, terminaría el post diciendo «lujo y exclusividad al alcance de la mano», pero como no lo soy, mejor no les digo nada.
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