En un día como hoy, Verusha está enfadada. Sí, enfadada por haber sido desplazada a un lunes cualquiera cuando ella es la reina de los domingos. Pero uno, que ya está ducho en la lucha con modelos, le ha dicho, «Venga, Verushka, no te pongas así por una nimiedad, piensa que eres la única persona con sección fija en este blog«, y me la he vuelto a ganar. Es lo que tiene la vanidad, que a la mínima prende. Aún así, me ha comentado que ella en estas precarias condiciones no iba a esforzarse lo más mínimo, que hasta una celebrity como ella tiene derecho a estar molesta y a manifestarlo a través de sus estilismos. Así que, desoyendo mis consejos, se ha plantado un conjunto negro y una camisa blanca con chorreras y me ha obligado a llevarla a la playa. Allí, se ha puesto bien intensa y ha dejado que le echara un par de fotografías. «Verushka, al menos, apártate el pelo y deja que se vea el pendiente que es bien bonito» es lo único que me he atrevido a decirle. Luego, me ha pedido que la volviera a dejar en casa, que tenía muchas tareas por hacer y que yo, viendo la despreocupación con que la trato, me podía ir un poco a la mierda… Esto es lo que haría Verushka.