Aprovecho esta editorial con Natalia Vodianova, demostrando que hubo vida (mucha vida) antes de Linda, de Naomi, de Claudia y de Cindy Crawford -que con la edad se le ha quedado una cara extraña, muy masculina, por mucho que no paren de decirle que está estupenda a sus casi cincuenta años-, para pedir perdón por estos lapsos de tiempo. Los lectores más veteranos sabrán que esto va un poco así, que no tengo término medio, o me paso, o no llego, con lo que tampoco se habrán extrañado de mis ausencias. Pero aún así, y sabiendo que los lectores son más exigentes que una madre, vengo aquí, de rodillas y bien peinado, para decir que tengo una buena excusa, que trataré de no dispersarme más y que prometo autodisciplinarme y contarles esas cosas que pasan por mi cabeza, aunque siga dudando que a alguien le puedan interesar… ¿Que cuál es mi excusa? Eso no se lo puedo decir, por el momento es secreto, pero espero que algún día deje de serlo. Se lo prometo.
confuso, con semejante título, ¿sugieres que la Evangelista i Cia. no están a la altura de la Vodianova?… por cierto, tus ausencias, como la reconciliación de los amantes, hacen más interesantes tus retornos, no ha lugar tus disculpas, sigue haciendo lo que te plazca porque tu felicidad procedente del placer de la libertad se reflejará en tus, siempre interesantes, escritos, aunque no siempre esté de acuerdo en ellos…
saludos,
montse
No, no, Dios me libre, con lo fan que soy yo de las Supermodelos. Me refería a que en esta editorial la Vodianova imita a grandes modelos, pre90s, como Marisa Berenson, Jean Shrimpton, Twiggy o, nuestra estrella, Verushka. De ahí lo de “Imitadoras”…
aunque seguramente no fuera siempre culpa de la Vodianova, puesto que en ocasiones de eso se trataba, de emular a los mitos, es lo que tiene la moda a veces, se pasa de fetichista!!