No estoy nada preparado para la llegada de la Navidad, el fin del 2012 y del mundo tal y como lo conocemos, los villancicos en los supermercados, las compras de última hora, los señores borrachos por sus cenas de empresa, los eternos regalos comprados únicamente para cumplir, los copazos, bueno para eso sí estoy preparado, los eventos familiares, el sentimiento de amor, paz y fraternidad que debe envolvernos y los grupos de whatsap organizando la Nochevieja. Aún así, no se preocupen por mi, lo superaré y renaceré de mis cenizas como Yurena, con bien de megatron y una cara más tersa. Harían mejor programándose diversas actividades para los días 21 y 22 de diciembre… Protéjanse de los estados ingeniosos cuando no termine el mundo, háganlo por mi y cierren los ojos a las redes sociales durante 48 horas. De nada. Siempre a su servicio. Confuso.