No tengo ningún interés en este resurgir del softporn en formato libro, no tengo ni idea de qué va, ni del porqué de su éxito, y la verdad es que tampoco me despierta ninguna curiosidad. Será que no formo parte del potencial público (y viendo el contenido de este blog, no es difícil adivinar el motivo), cosa que no deja de extrañarme, no crean, pues a mi el erotismo me pierde… aunque, tal vez, no es este tipo de erotismo. En definitiva, lo que yo quiero saber es si en estas nuevas novelas que acaparan stands hay piratas con ajustados pantalones y torsos desnudos, heroínas con vestidos de gasa transparente que apenas sujetan sus jugosos pechos, pícaros enanos repletos de ironía, algún acercamiento homoerótico entre rudos marineros perdidos en el mar, ricos marqueses desesperados por encontrar a su joven hija y amas de llaves rectas y mandonas que esconden corazones de oro y mucho resentimiento sexual. Vamos, esto es lo suyo, ¿no?