Hubo un tiempo en que Chanel nº 5 era sinónimo de sofisticación, de sensualidad, de lujo asiático, por encima de su olor penetrante, cargante y bastante desagradable, cosa que se convirtió en un hito difícil de conseguir -y por el que pagaría millones Thierry Mugler-. Entonces, una brillante mente pensante decidió contar con un rostro masculino para promocionar la fragancia, «un toque diferente, transgresor, innovador» dijo seguramente, convenciendo con su entusiasmo a los directivos de la marca. Y llegó Brad Pitt, con un look no demasiado afortunado, como cansado y envejecido, y decidieron crear una campaña vergonzosa, relamida, pretenciosamente profunda, mal iluminada y sin ningún tipo de idea ni objetivo. Y Chanel nº 5 dejó de ser sofisticada para convertirse en una más, desterrando toda la popularidad que Marilyn se encargó de darle en apenas cinco segundos… Ay, los creativos.
Aunque claro, igual mi estado gripal, entre congestionado y somnoliento, me lleva a ver las cosas desde un punto de vista no muy optimista. ¿Debería haber actualizado cuando el paracetamol hubiera hecho su efecto? Tal vez…
Aquí mi opinión! Estaban todos fumados! http://lukor.com/blogs/eclechico/2012/10/16/ineludible-el-porro-que-se-ha-fumado-brad-pitt-en-chanel/