Y mirar con preocupación hacia el horizonte, sin saber muy bien si después del primer paso vendrá el segundo, si después del primer objetivo se cumplirá el segundo, o si después de la primera meta habrá fuerzas para llegar a la segunda, suponiendo que aún queden pasos, objetivos y metas… Mientras tanto sigue el calor, la incertidumbre y, desde luego, el insomnio. Ah, y el verano, y la espera, y el hastío, y ¿los nuevos proyectos?
Cada vez que descubro fotos de Brooke inmediatamente post-Lago Azul siento una fascinación enfermiza. Serán sus cejas, no sé.