Hubo una época en que las revistas nos invitaban a soñar, a olvidarnos del calor y creer que el verano es la época perfecta para los turbantes, a buscar un mundo más acorde a nuestras ideas, a sentirnos especiales pensado que todos podríamos ser Sophia Loren, a centellear en cualquier sitio, hasta en un picnic. Hoy, nadie puede escapar a la realidad, centenares de opinadores nos recuerdan que debemos estar preocupados, debemos tener miedo, debemos estar tristes y debemos recriminar a quién se atreva a salirse del pesimismo instaurado…
Menos mal que en este blog seguimos viviendo un poco en el pasado.
😉