Algunos se preguntarán: ¿dónde está Confuso? ¿habrá desaparecido?. Otros respirarán tranquilos, pensando que, tras cinco años molestando, por fin se había callado esa cobaya virtual. Pero no, nada más lejos de la realidad. Ni he desaparecido ni, desde luego, me he callado. Sólo estaba aquí, meditando…