Pasan las horas y no consigo vencer al frío. Mi cuerpo no responde, mis neuronas funcionan de forma extraña, un viento gélido se cuela por las ventanas y alguien ha acaparado todas las mantas disponibles. Empiezo a pensar que no sobreviviré a esta noche… Mientras preparo una hoguera con libros de Taschen y ejemplares antiguos de Vogue Italia, voy a probar a observar detenidamente estas imágenes de David Gandy (el gran David Gandy), a ver si el calor vuelve por fin a mi cuerpo.
¡Qué duro es el invierno!
il mio Solal!!
wow wow wow!!! tienes toda la razon el gran david como nunca antes lo habia visto!!!