Llamó repetidas veces al timbre pero nadie le abrió la puerta. Pensaban hacerle el vacío, dejarle creer que no había nadie en casa, pero no lo iban a conseguir. Había escuchado pasos. Con el ramo de flores blancas empezó a pasear por el jardín. Fumaba compulsivamente desde que había vuelto a la ciudad. La aventura americana no había resultado como esperaba, pero aquéllo ya pertenecía al pasado. De momento, alguien le observaba desde la ventana del salón. ¿Margaret?, ¿Margaret eres tu?. No tenía ninguna duda, era su vestido verde, su larga melena y esos enormes ojos violeta. ¡Maldita bruja! ¿Nunca pensaba perdonar aquel desliz?. Esa también era su casa y, desde luego, pensaba entrar. Sólo tenía que esperar a que Cenci regresara, entonces, todo sería mucho más sencillo…
Qué fotazas subes amigo. Visito tu blog desde hace ya algunos años, desde que lo tenías alojado en otra web y me gusta la originalidad, lo arriesgado y sin duda, lo que transmite en cada una de las imágenes y el texto que escribes.
Te tendré en cuenta en mi blog «Popfilaxis y otras drogas de diseño» pues, has supuesto una clara inspiración junto otras páginas para mi pequeño blog.
Saludos