Aunque el otoño ha llegado disfrazado de verano, en un intento de despistarnos, no se dejen engañar, es otoño. ¿Y cómo lo sé?. Porque ha empezado mi ronda de resfriados que dura, aproximadamente, hasta abril… Intento evitarlo con remedios caseros, pequeños conjuros que me invento sobre la marcha, súplicas y rezos, cantidades ingentes de agua y mucho paracetamol, pero no hay manera. El resfriado es una seña de mi personalidad, como los ojos azules o la barba cerrada, debo resignarme…
Algunos dicen que todo viene por pasarme gran parte del día desnudo, pero desde aquí les digo que no levanten falsas sospechas! Que esto, todavía, no es Enemigos Íntimos!
barba cerrada? no conocía este dato.