Yo que pensé que las marcas de mi piel eran de las sábanas por no plancharlas bien. Me confundí al creer que mi reloj se me paró al cumplir los 32. Intenté vender mi alma al diablo, pero no la compró. Escapó de mi muriendo de risa, tendré que envejecer. Tiraré la play, haré mis memorias, mearme sin querer, hablar con quien se siente a mi lado al subir en el tren.
Decidí ponerle remedio a mi desolación, como Cher, que no se conforma con su jubilación. Empecé sin más con un minilifting, convertí mi piel con el resurficing, láser y CO2.
Yo sólo quiero estar un poco mona y sin pasarme con la silicona. Volver a ser la tierna Yogurinha, no convertirme en Cuajadinha. Si la tuvo retuvo, tiene ya una solución, es el botox por un tubo la divina sanación.
Carbono 14, nuevo disco de Yogurinha Borova, la mujer que vino del frío. Grande. Y la portada de Kiko Alcázar, grande también.
«Y Dios creo a la mujer», con la prohibida, mi canción del verano…
Con dos bikinis en la mochila y finísimo paladar, somos sirenas en la carretera, somos dos chicas con un plan y menudo plan. Lo puedes flipar.
graciasssssssssssssssssssssss
Qué honor! La mismísima Yogurinha en el blog Confuso. A sus pies, gran señora.