Mi recorrido particular por los supermodelos masculinos de hoy, de ayer y de siempre se detiene en David Gandy, un estupendo inglés aunque de aspecto muy latino. Su físico imponente y unos rasgos muy marcados no le favorecieron nada en los comienzos de su carrera, aquella lejana época dominada por el look andrógino-yonki. No obstante, con la vuelta de la virilidad, no hay quien se resista a sus intensos ojos azules.
Entre portadas, editoriales y campañas de D&G, ha encontrado tiempo para lucir cuerpo en un pequeño corto junto a Helena Christensen y actualizar regularmente su blog en Vogue, donde podemos seguir cada paso de su glamurosa vida y alguna que otra entrada dedicada a los automóviles (¿?).
Ay, qué estrés, otro miembro más para mi extenso muro de grandes pecadores…
Era innecesario enseñar “cacho”. Lo encuentro ordinario y ridículo. Y creo que no es inglés es escocés.
Si por “enseñar cacho” te refiere a porqué he puesto la última foto, a mi, personalmente, me parece bastante interesante que un modelo masculino esté dispuesto a un desnudo integral. Estamos demasiado acostumbrados a ver mujeres desnudas, parcial o totalmente, en cualquier reportaje desde hace muchos años… Ahora que los hombres tambén se atreven, démosles una oportunidad.
Y, aunque efectivamente es inglés, no buscaba la precisión geográfica… igual debería haber puesto británico.
Efectivamente, hay que poner la imaginación a trabajar y, yo imagino que me tiene entre sus brazos bien sujeto y bien penetrado.
Es de Essex, un pueblo al este de Londres sino recuerdo mal.
No se trata de lo que enseñe, sino de lo que imaginemos y, yo imagino una verga impresionante como buen británico.
Es un macho excepcional, un hombre muy masculino, sexy y viril. Con una edad adulta sería mi tipo ideal para dejarme abrir. A mis 19 años creo que un macho de su edad, seria con su esperiencia y la excitación que le provocaria disfrutar del culo de un jovencito como yo. Apasionado y dominante me colocaria tumbado entre sus piernas y me penetraria para follarme. Se que la primera vez me doleria y chillaria al romperme el esfinter, pero después todo seria placer.