Todo empieza con un sueño.
Ando desnudo por un pasillo, un tanto desorientado y con un cuerpo que no termino de saber si es mío. Los cuadros de las pared me miran con caras sonrientes. Levanto la vista y empieza a llover. Con cada gota crezco un centímetro más, pero todo me parece normal. Si Alicia pudo salir de ésta, yo no seré menos. Cuando mi cabeza está a punto de tocar el techo, la habitación explota. Ondas de color recorren cada milímetro de mi cuerpo, luces galácticas me transportan a una playa desierta. Me sumerjo en aguas ardientes y pienso que algo va a ir mal. Las corrientes me arrastran sin ningún esfuerzo, me relajo y cuento todos mis secretos en voz alta. Un golpe me devuelve a la realidad. Ante mis ojos Kate Moss me saluda convertida en el mascarón de un imponente barco. Me siento Jason y sonrío. Kate mira fijamente al infinito y susurra «te estábamos esperando Confuso». Algo me dice que aquí termina el mundo para mi y estalla la tormenta.
Me despierto sobresaltado. La habitación está oscura y todo parece en calma. ¿En serio era Kate Moss?.