O como el glamour pasa por no dejar a nadie indiferente. Ya estamos cansados de estrellas cercanas, de compras en chandal, de machibolsos y vasos del Starbucks, de sandalias con calcetines, de ojeras y caras lavadas, de melenas sin peinar… Qué tiempos aquellos cuando los estudios obligaban a sus actores y actrices a estar siempre perfectos, cuando Marilyn se ponía un precioso pañuelo negro a juego con las gafas para ocultar un peinado desafortunado, cuando Ava Gardner iba a los toros perfectamente maquillada, cuando Jayne Mansfield metía tripa hasta límites insospechados…
Queridas estrellas, arrénglense antes de salir. Necesitamos un poco de glamour verdadero, no del de alfombra roja, que ese ya no se lo cree nadie. Para todo lo demás, ya tenemos a Snookie!
Toda la razón. El atuendo floral de «El espejo se rajó de lado a lado» siempre me ha gustado mucho. Y en «un lugar en el el sol» no podía estar mejor