No me hubiera planteado subir esta campaña si no fuera por la marca que esconde detrás. Y repito, “esconde”, porque que este look fifties y naïf sirva para publicitar a Blanco es una locura. Todos conocemos las desventajas de vivir en provincias, no hay internet, las calles no están asfaltadas, la agricultura es la primera fuente de financiación, las heridas se curan con pólvora y las franquicias únicamente ofertan ropa de 1996. Pero me niego a pensar que los clientes madrileños de Blanco crean estar viviendo en Cry Baby… ¿Dónde se habrá quedado la cordura?.