En su momento, nunca le presté mucha atención a Christy Turlington. Mi podium estaba copado por la frialdad germánica de Claudia Schiffer, el american way of life de Cindy Crawford, el encanto australiano de Elle Macpherson, la escultural locura de Naomi Campbell y la gran-gran Linda Evangelista. Combinar todo este plantel de supermodelos con las grandes estrellas de Hollywood, las divas musicales y unas cuantas horas de televisión tenían mi mente más que ocupada. No quedaba ya mucho hueco para que Christy desplegara su encanto.
Con el paso del tiempo, sin embargo, la cosa empezó a cambiar. Redescubrí el buen hacer de esta californiana de elegantes gestos y mejor estructura ósea. ¿Tarde?. Posiblemente, pero uno, aunque lo pretenda, no puede estar a todo. Igual, a este ritmo, en 2025 redescubro a Raquel Zimmermann o a Natasha Poly, quién sabe!