Ya me hice eco, en su momento, de la portada de Christina Hendricks para la edición inglesa de GQ, pero no me resisto a compartir parte del maravilloso reportaje firmado por Miles Aldridge. Como bien se encargó de confirmarme mi querido Pepino Marino, asistente del lujo a un taller impartido por el propio Aldridge, estas impresionantes fotografías no contienen prácticamente retoque, la exuberancia de Christina es así de natural.
En el mundo confuso estamos, desde luego, absolutamente enamorados y rendidos a sus pies. Y aunque aún es muy pronto para aventurarnos con pronósticos y especulaciones, la Hendricks apunta maneras para convertirse en uno de los grandes iconos de la década. Tiempo al tiempo.
Lástima de calidad de las fotos… ¿Dónde han quedado los escaneos a buen tamaño?.
Me temo que se le va a ir de las manos tanta pechuga y tanto muslo, los diseñadores sólo quieren vestir a canijas
Todo un mujerón, de los que por lo menos en cine moda y demás medios no estamos acostumbrados ya… en esta época de chicas atléticas, fibrosas y anorexicas.
Musa
Maravilloso Aldridge!
Tu sí que eres maravilloso, con web de Testino y todo!!