Vaqueros, marineros, motoristas, cualquier profesión acompañada de uniforme despierta nuestra imaginación sin límites. Animadoras, enfermeras, médicos, geishas, astronautas, niñeras, profesoras y una laguísima lista de mitos y morbos presentes en todas nuestras fantasias eróticas.
Mientras estos dos aguerridos caballeros y yo filosofamos sobre la conveniencia de hacer realidad las fantasias, cuéntenme queridos lectores, ¿cuáles son sus sueños más recurrentes?.