Días de penitencia, recogimiento, meditación y austeridad. Es momento de remidir el pecado, de buscar la santidad, de hacer algun que otro voto de silencio. Yo, por mi parte, lejos de los costaleros, las peinetas y mantillas, los pasos y los tambores, opto por mi propia penitencia viendo Glitter (todo lo que brilla) en esta tarde de viernes santo. Cada uno vive la religión a su manera…
Mariah con la visera del Grupo Vitalicio es demasiada penitencia. No creo que seas tan pecador. O sí, pero seguro que no mereces tanto castigo
Acabo de ver «Amelia» y he tenido que flagelarme para no quedarme dormido. Que pestiño.